Se dice que los bastones de caramelo de Navidad surgieron
hace unos 250 años en Alemania, y que al principio eran palos de azúcar blancos
y rectos.
Una historia dice que el director de un coro, en 1970,
preocupado porque los niños no permanecían sentados y en silencio durante la
misa de navidad, les dio algo de comer para que estuviesen callados, y para
recordarles la navidad los hizo en forma de “J”, para recordarles los bastones
que llevaban los pastores que iban al portal de Belén. Sin embargo, los
primeros registros que hay sobre los bastones de caramelo son de 200 años más
tarde, por lo que aunque la historia es bonita, no parece del todo cierta.
Alrededor de 1920, Bob McCormack, (EE.UU.), comenzó a hacer bastones para sus amigos y familiares que se fueron
haciendo populares hasta el punto que
lanzó su propio negocio “Caramelos de Bob”.
Luego el cuñado de Bob, Gregory
Harding Keller, que era sacerdote
católico inventó la máquina Keller que giraba los caramelos rectos en forma de bastones.
En 2005,
Caramelos de Bob fue comprado por Farley y Sathers pero aún hacen los
bastones de caramelo.
